Habla honestamente y sencillo.
Es importante ser honesto con los niños y hablar de ella de manera sencilla y comprensible. Evita usar frases como "se fue a dormir" o "se fue de viaje", ya que esto puede crear confusión y miedo. En su lugar, trata de decirles que la persona trascendió o falleció y que ya no estará con nosotros físicamente, pero siempre estará en nuestros corazones y en nuestras recuerdos.
Permítele expresar sus sentimientos.
Es normal que los niños sientan una amplia gama de emociones cuando alguien muere, como tristeza, enojo y miedo. Es importante dejar que los niños expresen estos sentimientos y darles el espacio y el tiempo para hacerlo. Tener paciencia y brindar un espacio seguro para que puedan compartir de manera transparente sus emociones. No apresurar a nadie ya que cada uno vive el duelo a su manera.
Ofréceles apoyo y consuelo.
Los niños pueden necesitar un poco más de atención y consuelo después de la pérdida de un ser querido. Trata de pasar tiempo con ellos, habla con ellos sobre sus sentimientos y ofréceles apoyo emocional. También puedes considerar llevar a los niños a hablar con un terapeuta o consejero si sientes que necesitan un espacio seguro y sin juicios para hablar de sus sentimientos.
Conclusión.
La muerte de un ser querido es una experiencia difícil y dolorosa que todos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas. Aunque no hay una manera "correcta" de superar la muerte de alguien, hay algunas cosas que pueden ayudar a encontrar consuelo y a moverse hacia adelante con tu vida.
Estos incluyen aceptar tus sentimientos, hablar de la persona que has perdido, encontrar formas de honrar a esa persona, buscar apoyo y encontrar maneras de cuidar de ti mismo. También es importante tener en cuenta que el duelo es un proceso individual y que cada persona lo experimenta de manera diferente.
Lo más importante es encontrar lo que te ayuda a sentirte mejor y a encontrar la forma de seguir adelante con tu vida.